Los algoritmos optimizan el proceso de selección de talento, pero no reemplazan el criterio humano. En el reclutamiento ejecutivo, aspectos como liderazgo, visión estratégica y alineación cultural requieren sensibilidad humana. La tecnología es una aliada, pero el juicio humano sigue siendo esencial.

En un mundo donde la inteligencia artificial (IA) y la automatización avanzan a pasos agigantados, la readaptación profesional (Reskilling) se convierte en una necesidad más que en una opción. La adaptabilidad ya no es una habilidad deseable, sino un requisito para la supervivencia profesional. En este artículo, exploramos por qué el Reskilling es una responsabilidad estratégica que va más allá de los departamentos de Recursos Humanos, y cómo las organizaciones pueden impulsar este cambio de manera efectiva.